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Bienvenida & infos

  • Le damos la bienvenida al Castillo de Belcastel. Este castillo está actualmente habitado, y pedimos a todos los visitantes que respeten la petición de los propietarios de mirar pero no tocar; y, por favor, recuerden que está prohibido hacer fotografías con flash y fumar en esta propiedad privada. Para su información, los baños públicos se encuentran cerca de la prisión.

    Esta audioguía le llevará a través de 34 puntos de interés, y verá los números publicados a medida que avancemos. Por favor, le rogamos que se ciña al circuito establecido porque el castillo es como un laberinto, ¡y no querrá perderse nada! Siéntase libre de detener la audioguía en cualquier momento para leer la información expuesta sobre nuestras exposiciones actuales.


Introducción

  • Esta fortaleza defensiva fue construida hace más de 1000 años sobre una única roca gigantesca.

    Siglos antes de la construcción del castillo, ya existían en este enclave una antigua capilla y algunas casitas fortificadas. Los primeros componentes del castillo se construyeron probablemente en el siglo X. Constaba sólo de unas pocas habitaciones que los visitantes pueden ver todavía hoy en su estado original. El castillo creció a lo largo de los siglos, a medida que las generaciones de caballeros y nobles dejaban su legado.

    La historia del castillo se detuvo abruptamente a finales del siglo XVI, cuando la fortaleza fue abandonada hasta quedar en ruinas.

    En 1973, el célebre arquitecto francés Fernand Pouillon descubrió lo que quedaba del castillo y decidió devolverle su antigua gloria. Dedicó más de ocho años completos de su vida a reconstruir la fortaleza, en la que luego habitó durante sus últimos años de vida.


Panel 1-2-3

Ya puede avanzar hasta el puente levadizo. A la izquierda de este puede ver la colección de antiguas tuberías de arcilla que originalmente llevaban el agua al foso

  • Cuando Fernand Pouillon comenzó la restauración del castillo se encontró con un foso lleno de tierra. Lo vació, creó una nueva red de presas y restauró el sistema original de suministro de agua, como demuestran estas antiguas tuberías de arcilla.

    La disposición actual, con una cuenca de agua limpia a la izquierda del puente levadizo y un foso seco a la derecha, de hecho se basa en la configuración de la época medieval. El agua dulce llegaba del Riu Nègre a través de estas tuberías, se decantaba y, por desbordamiento, suministraba agua potable a la cisterna situada en el recinto del castillo. El exceso de agua fluía bajo el suelo de la antigua capilla y, finalmente, volvía al río Aveyron. Hoy en día conservamos estas cuencas de decantación de Pouillon detrás del castillo, que se fusionan maravillosamente con el sistema hídrico del siglo X.

    Hoy en día, los visitantes atraviesan el puente levadizo y acceden al patio del castillo como los habitantes del pueblo lo hacían cuando Belcastel era asediado. El castillo alertaba al pueblo de un ataque inminente alzando un banderín a la cima de una de las torres o haciendo sonar una alarma. Pero los decididos enemigos medievales no se amedrentaban con el foso, el puente levadizo o las flechas: contaban con diferentes técnicas para superar las líneas de defensa. Una de ellas era rellenar el foso con tierra y paja para poder cargar un ariete hasta la estrecha entrada. Si esto no era suficiente, colocaban escaleras de madera para trepar las murallas. Por eso, además de la barrera exterior de defensa era necesaria una segunda protección en el interior.

A continuación, atraviese el puente levadizo y continúe todo recto hasta ver los números de 4 a 7 que se encuentran frente a la entrada principal, sobre la derecha


Panel 4-5-6-7-8

Sitúate junto al cartel 4-5-6-7-8

  • Desde esta posición, gírese hacia el puente levadizo que acaba de atravesar, y verá las torres abiertas que servían de plataformas defensivas.

    Estas torres ofrecían una vista panorámica a los defensores del castillo, a la vez que los mantenía protegidos de las flechas y las balas enemigas. Si los atacantes lograban pasar por el puente levadizo y entrar en el patio, esta construcción típica de la Guerra de los 100 años no les ofrecería ninguna protección ni ningún lugar donde esconderse de los defensores del castillo.

    Los primeros arquitectos del castillo sabían que no era suficiente con las murallas exteriores, y que incluso teniendo primeras y segundas líneas de defensa, el castillo podía caer en manos de un enemigo poderoso. Por ello, construyeron el Torreón, que servía de refugio final para el señor y algunos de sus hombres. Esta torre, con sus enormes 28 metros de alto y 8 metros de ancho, ofrece una vista de 360° sobre el valle y las colinas circundantes.

    Está protegida en la cara norte por un precipicio de 40 metros. Todo el material de defensa, junto con la comida y el agua para meses, se almacenaba en la cámara más baja de la Torre, a la que se podía acceder a través de una trampilla en el suelo para evitar tener que utilizar los 89 escalones en espiral.

    En las paredes interiores había pequeñas ranuras verticales que permitían susurrar instrucciones entre una planta y otra sin ser escuchadas por el enemigo. De esta forma, los defensores del castillo podían resistir hasta que llegaran los refuerzos.

    Frente a la entrada principal se encuentran los restos de una antigua casita, excavada en la roca mucho antes de que se construyera el castillo. Este tipo de casa fortificada fue típica entre los siglos VI y IX en esta región. ¿Ve el agujero cuadrado tallado en el suelo? Probablemente se utilizó para un poste que sostenía el tejado.

    Ahora, dirija su mirada a lo que hay encima de la entrada del Torreón.

    El emblema de la familia Belcastel y el escudo de la familia Saunhac, antiguos propietarios del castillo, parecen antiguos, pero en realidad se trata de las reproducciones que Fernand Pouillon encargó después de descubrir los originales, actualmente instalados en una pequeña capilla cerca de Conques.

Ahora, gire a la izquierda y baje por el antiguo camino de piedra, teniendo mucho cuidado de no resbalar


Panel 8

  • El pequeño sendero de piedra lleva a la antigua cisterna y Capilla Inferior.

    Las piedras del lado derecho datan de antes de la construcción del castillo, y fueron colocadas de canto para evitar los resbalones; mientras que las del lado izquierdo fueron instaladas por Fernand Pouillon de la misma manera en los años 70.

    La primera sala a la izquierda sirvió para distintos propósitos a lo largo de los siglos. La bóveda original de piedra nunca ha sido restaurada, y los agujeros a ambos lados de las paredes, en la parte alta, indican que pudo haber soportes para un suelo. El último uso conocido de esta sala fue el de almacén.

Ahora, continúe descendiendo por el camino de piedra y gire a la izquierda en la segunda puerta para descubrir la antigua capilla


Paneles 9-13

  • 9 | LA CAPILLA INFERIOR

    Esta pequeña capilla fue construida en la roca entre los siglos VI y VIII. Fue una de las muchas capillas de piedra que se edificaron a medida que el cristianismo se extendía por la región de Languedoc, donde se encuentra el castillo. Generaciones de habitantes del pueblo fueron bautizadas en las claras aguas del Arroyo Negro que fluye en las cercanías. El pueblo situado debajo de la capilla no se llamaba entonces Belcastel, ya que el castillo que le da nombre aún no se había construido. La historia de esta antigua capilla se habría perdido por completo de no ser por Fernand Pouillon.

    10 | LA PISCINA

    Si mira a través de la verja situada junto a la entrada de la capilla, podrá ver una parte de la piscina que Fernand Pouillon creó a partir de la cuenca del foso. Esta zona ha sido privatizada para los huéspedes de la Suite.

    11 | EL SUELO

    En la Edad Media, el suelo de la capilla estaba uniformemente cubierto de tierra, de modo que las personas reunidas para el culto podían permanecer de pie. Cuando el arquitecto restauró el castillo, retiró toda esa tierra y la que se había acumulado durante siglos, hasta dejar al descubierto la roca que vemos hoy. Se desconoce la finalidad del antiguo agujero circular que encontró.

    12 | EL ALTAR

    En el extremo de la capilla se puede ver una pequeña virgen de piedra del siglo VII, instalada junto a los arcos geminados que servían de puesto de vigilancia en la época medieval. Por aquel entonces, el coro estaba enlucido y decorado con coloridos frescos.

    En el suelo hay una tumba que contiene huesos humanos descubiertos por Fernand Pouillon. Se cree que son los restos de Imbert de Belcastel, un monje que pidió que una luz ardiera eternamente para él en esta capilla.

    13 | EL FRESCO

    Sobre las ventanas del altar, el visitante puede apreciar aún hoy los restos de un fresco que representa a María Magdalena, realizado en la gama de colores prerrománicos: rojo ocre, amarillo y gris con fondo blanco.

    Por favor, recuerde que la fotografía con flash daña gravemente estos vestigios tan valiosos.

Ahora, por favor regrese a la parte superior del camino de piedra, atraviese el portal del castillo e inmediatamente gire a la izquierda y baje a la sala de los Guardias


Paneles 14-15-16

  • Esta sala es anterior a la construcción del Torreón. Aquí se encuentra un bello ejemplo de mampostería en espiga: un antiguo y laborioso método de construcción utilizado en esta región durante la Alta Edad Media, entre los siglos VI y X.

    Originalmente, las dos torres circulares que se encuentran en los extremos debían ser tan altas como el torreón. (Risas) Hoy en día, la torre occidental se ha privatizado para incubar huevos de dragón.

    La sala de guardias fue utilizada por Fernand Pouillon y su equipo de arquitectos como sala de planos y centro de operaciones durante la restauración.

  • Para hacerse una idea precisa del aspecto del castillo antes de su ruina, Fernand Pouillon estudió cuidadosamente la estructura que encontró y la comparó con la arquitectura de otras fortalezas del mismo periodo.

    En la biblioteca de Rodez, descubrió un libro que contenía dibujos del interior del castillo de Belcastel antes de quedara reducido a ruinas. Gracias a ellos pudo identificar y disponer correctamente la mayoría de las habitaciones. Fascinado por los detalles arquitectónicos medievales, integró también elementos modernos a los diseños antiguos.

    Pouillon decidió que su equipo de artesanos y carpinteros no usaran tecnologías modernas, sino solamente técnicas de construcción medieval. Sin grúas ni artefactos contemporáneos, él y su equipo se enfrentaron valientemente al precipicio de 40 metros de la fachada norte para subir manualmente las vigas, arcos y chimeneas, reconstruyendo el castillo piedra por piedra.

    Hoy en día, esta sala sirve para honrar el legado del difunto gran arquitecto que salvó este castillo.

Siéntase libre para escuchar o leer más sobre Fernand Pouillon antes de continuar subiendo las pequeñas escaleras para ver el patio de las ruinas. Puede optar por escuchar ahora la siguiente pista sobre el arquitecto o volver a él más tarde


Fernand Pouillon

  • Las aportaciones que hizo Fernand Pouillon como hombre y como arquitecto son la parte principal de su remarcable legado, que sigue vivo tanto en el Castillo de Belcastel, como en las nuevas y creativas soluciones que ideó para el entorno urbano. Lo que distinguía a Fernand Pouillon de sus iguales era la convicción de que el alojamiento es un derecho inherente a todas las personas. Esta creencia, junto con el hecho de que durante su carrera diseñó y construyó más de tres millones de metros cuadrados de vivienda pública, le hizo merecer el estatus de arquitecto humanista. Su filosofía continúa influyendo sobre arquitectos del mundo entero, que se enfrentan al desafío de una población que crece constantemente en un espacio limitado. Los proyectos de Fernand Pouillon se mantienen actuales, puesto que no solo han resistido al paso del tiempo sino que también han sido oficialmente reconocidos como patrimonio del siglo XX.

    El escándalo

    Fernand Pouillon tuvo una vida muy interesante: ¡llegó incluso a protagonizar un gran escándalo político! También se convirtió en un célebre autor y editor que obtuvo muchos prestigiosos galardones.

    A lo largo de toda su célebre carrera, Fernand Pouillon había buscado una propiedad extraordinaria para transformarla en su hogar. Cuando descubrió las ruinas abandonadas del castillo de Belcastel en 1973, supo enseguida que había encontrado justo lo que necesitaba. Comenzó a restaurarlo en 1974, y trabajó en él hasta 1982. Gracias a las aportaciones contemporáneas de Pouillon, hoy en día el castillo está excepcionalmente clasificado como monumento histórico. Este gran arquitecto contribuyó también a la restauración del pueblo de Belcastel, que aparece entre la lista de “Los Pueblos Más Bonitos de Francia” desde 1992.

    El ex presidente François Mitterrand elevó a Pouillon al rango de Oficial de la Legión de Honor en 1984. Conforme a sus ideas de igualdad, el arquitecto pidió que su cuerpo fuera enterrado en una tumba anónima del cementerio de Belcastel. Falleció en el castillo el 24 de julio de 1986 y su deseo fue respetado, sumándose él así a las generaciones de artesanos que permanecen anónimos en sus tumbas.


Paneles 17-18

  • Este espacio muestra muy bien el estado en el que Fernand Pouillon encontró el castillo cuando comenzó la restauración. Originalmente, aquí hubo grandes habitaciones con enormes ventanas y altos techos. El arquitecto decidió mantener esta fachada sin restaurar: en parte para mostrar a las generaciones futuras todo el trabajo que había tenido que enfrentar; y en parte para que el visitante aprecie la resistencia de las paredes medievales, en pie después de mil años. Transformó el área en un jardín orientado al oeste, desde donde ver la puesta de sol.

    En el muro norte del patio se pueden ver las letrinas medievales, todavía en su estado original.

    A continuación, vuelva a entrar en el castillo y gire a la izquierda. Después de pasar los baños públicos, preste atención al entrar en la prisión, pues el techo es bastante bajo.

A continuación, vuelva a entrar en el castillo y gire a la izquierda. Después de pasar los baños públicos, preste atención al entrar en la prisión, pues el techo es bastante bajo


Paneles 19-21

  • La prisión bajo el castillo fue construida antes del siglo XI como parte de la fortaleza original. Fernand Pouillon excavó el lugar y le devolvió su forma original, tan bien que es imposible saber dónde termina la antigua mampostería y dónde empieza la restauración.

    Cerca de la entrada de la prisión hay cuatro agujeros en la pared que indican el lugar donde habrían colgado las cadenas para sujetar a los prisioneros. La parte trasera de la sala habría sido probablemente una zona de almacenamiento. Un caldero colocado sobre el fuego en el alféizar de la ventana habría servido para varios propósitos: calentar los instrumentos de tortura, cocinar la comida y proporcionar calor, para que los prisioneros no murieran de hambre o de frío.

    En el centro de la prisión, Fernand Pouillon descubrió un profundo agujero. La leyenda dice que los enemigos eran precipitados por él hacia una muerte segura. También se cuenta que los prisioneros que se escapaban por ahí y sobrevivían a la caída se convertían rápidamente en presa de los lobos que vivían en las cavernas bajo el castillo. En realidad, lo más probable es que este agujero sirviera de letrina de los prisioneros. Apenas podemos imaginar la desesperanza que asolaba a los cautivos que solo podían soñar con la libertad a través de esta minúscula abertura.

Ahora, avancemos hacia la escalera principal. El poste central funciona muy bien como barandilla medieval


Panel 23

  • Esta escalera tiene sesenta y ocho escalones que llevan hasta el techo. Fue concebida para la defensa: si los atacantes llegaban a entrar en la fortaleza, se veían obligados a subir por la parte más estrecha de los escalones para llevar sus armas en la mano derecha. En cambio, los defensores podían descender por el lado más ancho, manejando cómodamente sus espadas y precipitándose al encuentro de los enemigos

Continúe subiendo hasta la pequeña habitación situada junto a la verja de acero


Paneles 24 & 25

  • Este pequeño espacio tiene cada año una función diferente. No dude en leer sobre la exposición actual antes de salir y visitar la pasarela de madera que se encuentra tras la puerta que hay a su izquierda.

  • Durante la Edad Media, este seguramente era el único acceso al Torreón. Si un enemigo lograba atravesar las primeras líneas de defensa, los señores del castillo se refugiaban aquí y prendían fuego la pasarela para bloquear el paso. En ese entonces, el patio de abajo no era más que un foso profundo, pero Fernand Pouillon lo convirtió en un jardín y construyó en él una escalera italiana.

A continuación, descienda 8 escalones por la escalera principal y entre en el pasaje secreto que se abre a su izquierda


Paneles 26 & 27

  • Durante la restauración del castillo y hasta el final de su vida, lo que ahora es la galería principal sirvió de dormitorio a Fernand Pouillon. ¿Puede imaginarse cuando las vigas de castaño fueron colocadas de una en una bajo el cielo abierto?

  • El pequeño balcón de la galería ofrece increíbles vistas sobre el pueblo de Belcastel y el valle del Aveyron. El puente y la iglesia del pueblo fueron construidos en el siglo XV por Alzias de Saunhac, que deseaba traer prosperidad al pueblo. Su tumba de piedra, decorada con los escudos de la familia, puede visitarse en la iglesia. Después de siglos soportando el peso de personas y caballos, el antiguo puente ahora también acoge el paso de automóviles, aunque solo uno a la vez.

Ahora, abandone la galería principal por la puerta situada a la derecha de la chimenea


Paneles 28 & 29

  • Al final de esta pasarela de madera se puede ver una torre cuadrada que domina el patio. Se ha convertido en una suite de dos pisos que es ideal para una memorable estancia romántica. Los huéspedes de la Suite del Castillo pueden disfrutar de una comida en el Gran Comedor los lunes, así como pasar tiempo en su terraza privada y nadar en la piscina moderna

  • El arquitecto decidió dejar inacabadas algunas estructuras del castillo, como la torre circular situada en el suroeste, sobre la galería. El arquitecto se la regaló a los pájaros, ya que la única forma de entrar es volando. Normalmente, vive aquí una familia de búhos blancos

A continuación, descienda por la pequeña escalera circular hacia el patio


Panel 30

Ahora, acceda a la Capilla Señorial que se encuentra junto a la ventana circular

  • Para proporcionar a los Señores de Belcastel un lugar de culto privado, esta capilla se construyó como contrapartida a la Capilla Inferior, situada justo debajo. Fíjese en la huella del muro que queda en el patio. ¿Se imagina lo magnífica que era, con más del doble de largo que ahora

A continuación, entre directamente en el castillo por la puerta situada enfrente de la capilla


Panel 31

  • La Sala Azul fue en su día la cámara privada del Señor del castillo. Los muros originales se extendían hasta el final del patio que se ve a través de la ventana de cristal.

    El castillo presume de una impresionante colección de 87 vitrales de entre los siglos XV y XVI. Al final de la Guerra de los Cien Años se desarrollaron nuevos gustos arquitectónicos, reflejando una nueva era de paz y prosperidad. Los vitrales dejaron de ser patrimonio exclusivo de las iglesias y catedrales, y pasaron a ser símbolo de riqueza y clase superior. Estas ventanas de vívidos colores permitían que los interiores, antaño sumidos en tinieblas, se llenaran de luz

Ya puede atravesar el vestíbulo y entrar al Gran Comedor


Panel 32

  • En la Edad Media, esta sala era el núcleo de vida del castillo. Habitación con múltiples usos, sirvió como corte de justicia, sala de reuniones, espacio de banquetes y, en caso de asedio, centro de comando. Cuando Fernand Pouillon comenzó la restauración no era más que una enorme ruina: la bóveda había colapsado, las ventanas eran gigantescos agujeros, y la vegetación había invadido todo el lugar. A ambos lados de la chimenea se aprecian las antiguas piedras que la soportaban, y que fueron los únicos restos que Fernand Pouillon encontró al comenzar los trabajos. Con tanta vegetación, esta sala se parecía más a un parque que al elegante comedor que hoy vemos.

    Fernand Pouillon disfrutaba pasando tiempo en esta habitación, y era un gran cocinero. Detrás de la chimenea se encuentra la Gran Cocina privada, equipada profesionalmente, y que incluye un pequeño balcón desde el que el arquitecto fumaba a menudo. Hoy en día, el Gran Salón y la Gran Cocina están disponibles para fiestas y eventos privados.

Ahora, regrese al patio principal pasando de nuevo por la Sala Azul


Panel 33

  • Los Señores de Belcastel pasaban directamente desde sus aposentos hasta la nave de la capilla privada. Lo que hoy queda de esa capilla es el muro sur, con las ventanas que dan hacia el pueblo; el muro norte y el techo se derrumbaron hace mucho tiempo. Fernand Pouillon decidió no devolver este espacio a su forma original sino mantener el gran patio, donde él y sus invitados podían disfrutar del sol o de una noche estrellada.

A continuación, continúe hacia el Jardín Superior cruzando el patio y subiendo la escalera cerca del puente levadizo


Panel 34

  • Cuando Fernand Pouillon adquirió el castillo, montañas de tierra y césped cubrían este espacio. El techo de la estructura circular que se alza en el centro de ese jardín se había derrumbado mucho tiempo atrás. Mientras el arquitecto y su equipo reconstruían y limpiaban el área, descubrieron los restos de una pequeña torre de vigilancia que coronaba el extremo del muro del jardín. Nadie sabe realmente qué uso le daban los Señores de Belcastel a este espacio, pero es seguro que lo que hoy vemos solo es la parte superior de la torre, y lo mejor está enterrado debajo.

    Hoy en día, desde la barandilla del jardín, los visitantes tienen una panorámica completa de la fortaleza a sus pies, el Torreón alzándose sobre sus cabezas y las colinas rodeando el castillo. Aquí es donde los Señores de Belcastel y sus arqueros se defendían de los ataques enemigos, los Saunhac recibían elegantes visitantes y Pouillon se balanceaba en andamios mientras reconstruía las paredes piedra por piedra.

Su visita ha llegado a su fin, pero antes de partir le hablaré de nuestra Dama Blanca

La Dama blanca

  • Como todos los castillos, el de Belcastel tiene sus misterios. A veces, los visitantes pueden oír una voz que los llama por su nombre desde las esquinas. Pero no deben preocuparse: nuestra fantasma Cécile es más solitaria que terrorífica… y solo susurra a los hombres casados.

    Su trágica historia comenzó cuando se casó con el barón de Belcastel, Alzias II de Saunhac, en 1452. Los registros históricos muestran que ambos murieron repentinamente en 1488. Según la historia transmitida por la familia, el 24 de octubre, cuando Alzias regresó a casa tras un largo viaje, encontró a su esposa en brazos de otro hombre. Alzias montó en cólera y arrojó a Cecile por la ventana hacia una muerte terrible... El amante desconocido se volvió entonces contra Alzias y le atacó con una espada, infligiendo a Alzais la herida mortal que le causó la muerte pocos días después. En la iglesia de Belcastel reposan los cuerpos de estas dos almas.

Le agradecemos su visita al Castillo de Belcastel, y esperamos que haya disfrutado del recorrido.

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Y si siente curiosidad por las zonas privadas del castillo, puede consultar nuestra guía en la tienda de regalos. Incluye más de 70 fotografías y le descubrirá mucho más sobre esta fortaleza, sus misterios y su historia.